1. No vacunes cachorros lactantes: Como consejos generales, decir que cuando los cachorros aún maman, es mejor no vacunarlos ya que la vacuna podría interferir con los anticuerpos maternos y no tener ninguna efectividad. Es decir, al vacunar inoculamos virus debilitados, y el cachorro ya tiene anticuerpos que le llegan a través de la leche de la madre. Estos anticuerpos maternos “matarían” la vacuna, sin dejar que el cachorro cree nuevos anticuerpos de defensa contra la enfermedad. (De todos modos, esto es un consejo general, tu veterinario podrá orientarte si en tu caso concreto por algún motivo específico es mejor vacunar a tu cachorro aunque aún esté mamando).

2. Respeta las cuarentenas: Una vez hayas traido el nuevo cachorro a casa, no lo pongas en contacto con otros perros hasta que lo hayas vacunado. (Si lo sacas a la calle, mejor hazlo en brazos). Está en una edad muy vulnerable y podría ser víctima de enfermedades contagiosas mortales como el parvo.

3. Plazos de refuerzo de las vacunas: También es muy importante respetar los plazos de los refuerzos de las vacunas, especialmente durante el primer año. Si por ejemplo sólo ponemos la primera vacuna de polivalente, y dejamos pasar algunos meses sin vacunar el refuerzo, la primera vacuna no servirá para nada y será un dinero gastado en el veterinario en balde. El efecto es como si no lo hubiésemos vacunado.

4. Ten en cuenta los requisitos legales: en cada país existen normas sobre vacunas obligatorias, que deberás respetar. Además ten en cuena que si planeas viajar en avión con tu perro, será necesario que tengas todas las vacunas en regla y lo puedas demostrar en su pasaporte.