El linfoma difuso de células grandes B (LCGB) es el tipo más frecuente de linfoma en humanos, al mismo tiempo que es uno de los tipos de cáncer más frecuentes en perros.

Recientemente, un grupo de científicos de tres universidades norteamericanas han llevado a cabo el primer estudio que muestra las similitudes y diferencias a nivel molecular de los linfomas entre las dos especies.

Como resultado, los científicos han logrado identificar a nivel molecular qué partes del desarrollo y crecimiento del linfoma son más conservadas evolutivamente. Esto, a su vez, permite conocer qué partes son más críticas para el desarrollo de la enfermedad. Por tanto, el estudio del linfoma en perros no sólo puede ayudar a comprender mejor este cáncer en humanos, sino que los conocimientos adquiridos en humanos también pueden ayudar a la medicina veterinaria.

Este estudio también sugiere que los perros podrían ser buenos modelos para estudiar los linfomas, ya que los linfomas de perros se desarrollan espontáneamente y a tasas similares que en humanos. Por tanto, una mejor comprensión de la enfermedad en perros permitiría identificar factores ambientales de riesgo.

Este tipo de estudios podrían facilitar el desarrollo de nuevas medicinas más eficientes para tratar los linfomas, tanto en humanos como en perros.