Por culpa de muchos propietarios, los perros son odiados por mucha gente: porque se encuentran heces por todos lados, porque encuentran rincones empapados de orina con el olor que aquello desprende, porque los llevan sin correa y muchas veces se tiran a las bicis, porque los dejan encerrados en balcones y se pasan el día ladrando… Un poco de civismo, por favor.